Todo lo que necesitas saber para celebrar, marchar y alzar la voz por la diversidad
La Ciudad de México volverá a vestirse de colores este sábado 28 de junio con la 47.ª edición de la Marcha del Orgullo LGBTQ+, una celebración que combina fiesta, memoria y protesta. El comité organizador confirmó que la convocatoria arranca a las 10:00 a. m. en el Ángel de la Independencia y concluirá en la plancha del Zócalo capitalino.
Una ruta que ya es tradición
- Ángel de la Independencia
- Paseo de la Reforma
- avenida Juárez
- Eje Central Lázaro Cárdenas
- avenida 5 de Mayo
- Plaza de la Constitución (Zócalo)
Entre carrozas, batucadas y consignas, la caravana recorrerá unos cinco kilómetros. Las autoridades prevén cortes viales desde las primeras horas de la mañana, así que vale la pena llegar con tiempo, bloqueador solar y agua.
Más que una fiesta: un grito por la igualdad
La marcha capitalina no solo celebra la diversidad sexual y de género; también visibiliza las deudas pendientes: crímenes de odio, brechas laborales, acceso a la salud y reconocimiento pleno de derechos para toda la comunidad. Por eso, organizaciones civiles, familias, empresas y colectivos llevan meses afinando mensajes y contingentes.
¿Por qué el 28 de junio?
El 28 de junio se conmemoran los disturbios de Stonewall (Nueva York, 1969), considerados el detonante del movimiento moderno por los derechos LGBTQ+. En México, la primera marcha oficial se realizó en 1979; desde entonces, la cita en la capital se mantiene como la más grande del país, con asistencia que ronda el millón de personas en las últimas ediciones.
Cómo sumarte y qué llevar
- Código arcoíris libre: viste como quieras; lo importante es la visibilidad.
- Hidratación y botana ligera: el recorrido puede extenderse más de cuatro horas.
- Carteles y mensajes creativos: tu voz cuenta.
- Respeto total: la marcha es un espacio seguro; cuida a quienes te rodean.
- Efectivo o tarjeta: varios puestos de comida y merch se instalan en la ruta.
Un símbolo que trasciende generaciones
Cada junio, Reforma se transforma en un mosaico de banderas, música y reivindicaciones. La Marcha del Orgullo LGBTQ+ 2025 promete repetir esa energía: un recordatorio de que el amor y la identidad no necesitan permiso, pero sí políticas públicas que los protejan.
