Una balada intensa que mezcla nostalgia setentera con elegancia emocional
Esteman y Daniela Spalla unen fuerzas en El acuerdo, un nuevo sencillo donde las emociones se desbordan, los límites se tambalean y el amor se vuelve una partida que ninguno está dispuesto a perder aunque ya esté rota. Con producción de Adán Jodorowsky, esta balada de alto voltaje emocional rinde homenaje al dramatismo de los años 70 piensa en Raphael, Rocío Dúrcal o Juan Gabriel, pero con el corazón palpitando en 2025.

Cuando lo que se pactó deja de sostener la relación
El acuerdo es, en esencia, una crónica cantada de ese momento en que una relación tambalea, no por falta de amor, sino por interpretaciones distintas de lo que se prometió. Lo que fue un consenso, empieza a sentirse como una trampa.
Esteman y Spalla construyen esa tensión con una interpretación vocal cargada de verdad, que se mueve entre lo íntimo y lo teatral.
“Y tú decías que esto estaba bien… pero ya no me siento igual.”
Así arranca una historia donde el corazón duda, el orgullo tiembla y las heridas suenan mejor con cuerdas, piano y melodrama.
Un video que es una partida de póker (con corazones rotos)
Dirigido por Cami Grandi, el videoclip potencia la metáfora: Daniela y Esteman se enfrentan como dos jugadores en una mesa de póker, donde cada gesto, cada silencio y cada mirada tiene un doble filo.
Entre luces de casino, humo denso y una estética vintage impecable, la historia se convierte en una partida emocional, donde el que gana también pierde.
La aparición de una drag queen como elemento simbólico en el clip le da un giro contemporáneo y comprometido, abriendo el diálogo sobre el amor, la identidad y la visibilidad LGBTQ+ dentro de estas narrativas sentimentales.
Rumbo al palacio: un amor en crisis y una carrera en su punto más alto
Este lanzamiento llega en el contexto de una de las fechas más importantes para Esteman y Daniela Spalla: Palacio de los Deportes, 18 de septiembre, un show que promete ser una celebración del pop elegante, emocional y honesto que ambos han cultivado en sus carreras.
El acuerdo no solo suma a su catálogo un himno desgarrado sobre lo que se rompe y no se puede arreglar. También confirma que, cuando estos dos artistas se encuentran, el drama se canta bonito… y se siente real.